viernes, 30 de noviembre de 2007

¿Por què la hierba mala nunca muere?

Hay veces que ya no quiero ver las noticias a ninguna hora del día y me rehuso a comprar los periódicos en las tiendas de la esquina, total se ensañan con invadirnos de noticias asesinas y poco agradables. En estos últimos días creí que era una de esas pocas veces en que las noticias me agradaban, pero solamente tuvieron que pasar unas cuantas horas para que la ilusión terminara. La primera fue saber que el pinche "gober precioso" que esta reculero, iba a comparecer ante el tribunal debido a la confabulación hacia Lydia Cacho. ¡Qué bien! pensé en un primer momento, sin embargo hoy me levanto y me encuentro con que no pasó nada, porque no sé que mamadas, ya ven como se las gasta la justicia mexicana.
Igualmente ayer mientras me levantaba escuché en la tele que el gober de Oaxaca se había caído a bordo de un helicóptero - alegría- , ¡pero al pendejo no le pasó nada! salió ileso. Bien dice el dicho, "hierba mala nunca muere". ¿Por qué tiene que ser así? ¿qué tenemos que hacer para que esta genta desaparezca? Por qué siguen vivos los que no lo tienen que estar y aquellos que por su valor realmente merecen vivir sucumben ante el destino que la naturaleza plantea, ante manos de asesinos y ante las guerras.
¿Qué hacer?

jueves, 29 de noviembre de 2007

Celebremos al aprendiz de brujo

Un día como hoy pero de 1946 nació en Santiago de los Baños, Cuba, unos de mis poetas y cantautores predilectos, Silvio Rodríguez. Para celebrarlo les dejo aquí solamente unas de mis canciones favoritas.





EMILIA
(Emilia fue su "primer y único amor" y le escribió esta canción, después no sé qué le haría pero parte de la de Ojalá esta dedicada tambien para ella, se ha de estar retorciendo la inche vieja jeje)


Emilia, tus ruinas las leí con buena voz,
tienen puertas como tú.
Qué ridículas mis cartas,
qué ridículas las sombras de mis sueños.
Qué bien te recuerdo llorando.

Emilia, has ido junto con cada canción,
escondida en un baúl
como un signo inevitable,
y hay anécdotas tirándome del ceño.
Qué bien te recuerdo llorando

Qué dirá tu instinto cuando sienta esta canción
y qué dirás tú, que te acercas
a la máxima distancia entre nosotros.
Quién conoce que un soldado moribundo te cantaba,
que hubo olores de una selva,
que había cisnes,
que llovía.
Vallejo así nos descubrió,
Byron estaba en su lugar.
Todo pasaba con nosotros.
Emilia, qué horriblemente hermoso era aquel tiempo.

Emilia, qué pasa,
cuál resaca nos llevó al silencio a recordar.
Algún viento nos ha dado
y en sus puntas
discutimos con la muerte:
Que no te sorprenda llorando, Emilia.
(1969)


PLAYA GIRÓN
("Playa Girón" se llamaba el barco donde Silvio viajó por unos meses y donde escribió las llamadas canciones del mar, de donde salió esta. Se la dedico al Miguelón que siempre en las peñas la pide)


Compañeros poetas,
tomando en cuenta los últimos sucesos en la poesía,
quisiera preguntar
- me urge-
¿qué tipo de adjetivos se deben usar
para hacer la canción de este barco
sin que se haga sentimental, fuera de la vanguardia
o evidente panfleto,
si debo usar palabras como
Flota cubana de pesca y Playa Giron?

Compañeros de música,
tomando en cuenta esas polinotales
y audaces canciones, quisiera preguntar
-me urge-
¿qué tipo de armonía se debe usar
para hacer la canción de este barco
con hombres de poca niñez, hombres y solamente
hombres sobre cubierta,
hombres negros y rojos y azules,
los hombres que pueblan el Playa Girón?

Compañeros de historia,
tomando en cuenta lo implacable
que debe ser la verdad, quisiera preguntar
-me urge tanto-
¿qué debiera decir, qué fronteras debo respetar?
Si alguien roba comida
y después da la vida, ¿qué hacer?

¿Hasta dónde debemos practicar las verdades?
¿Hasta dónde sabemos?
Que escriban, pues, la historia, su historia,
los hombres del Playa Girón.
(1969)



JUDITH
(Judith era una gringa pintora y guapa que conoció Silvio en Cuba, le compuso esta canción bastante chida y que me acompañó de regreso en mi viaje de Cd. Juárez después de una decpción amorosa ja ja)

No puedo dejarte de ver
arañando el silencio con tus ojos,
tratando de decir algo que las palabras
nunca hubieran dicho mejor.
Aquella mirada era el resumen
de la noche posada en tus ojos,
con su lluvia, su viento y tu miedo al mar
de aquel sueño que te conté.

No puedo dejarte de ver
describiendo una estrella descubierta por mí
en tu erótica constelación, que no cabe
en los mapas del cielo.
Tu mano, dibujando en el aire,
era capaz de ponerle color
al espacio vacío, que se llenaba
con la luz de la estrella brillante.

Cuida bien tus estrellas mujer,
cuida bien tus estrellas.

No puedo dejar de decir
que hay idiomas perfectos por descubrir
y que son olvidados frecuentemente
en el tedio del tiempo. Y que hay que buscarlos,
porque los barcos y las piedras
tienen abecedarios mejores
para demostrar que son bellos sencillamente,
sin palabras o esquemas.

No puedo dejar de decir
que esta triste canción a tu lado oscurece,
que quizá este sea el último misterio
que mirarán tus ojos nacer de mis manos.
Pues es tarde quizás para mí
y Caín me ha marcado sobre la frente.
Pero quiero alertarte de un gran peligro
y quisiera encenderte esta frase en la mente:

Cuida bien tus estrellas mujer,
cuida bien tus estrellas
y que nunca las pierdas.
(1969)



PROPOSICIONES
(A lo largo de su carrera artística, Silvio ha retomado casi siempre el erotismo en sus letras, esta es una típica canción con esta temática y me quedo con la frase que dice "propongo días distintos a los días para seguir amando este momento")


Propongo un alto, un privilegio ciego,
un voto de confianza para hacer el amor.
Propongo un sismo en la valoración,
un día, con la verdad, ir donde haya que ir.
Y que las noches no sean detenidas
y que ni un parque se salve de la plaga:
que no envejezca un lecho en soledades,
que ni una sábana se quede sin historia,
ni un solo cuerpo fuera del precipicio:
que ni un guerrero se quede sin su gloria.

Propongo ver en los antepasados,
hechos a duras penas,
rotos por sus viejas mentiras.
Propongo un grito en nombre de los gritos
ahora que se inauguran las fechas de la acción.
Propongo el ruido de cuerpos a la gente,
propongo guerra sin tregua a las iglesias,
propongo un hombre de altar, enmudecido
sobre la arena caliente de este tiempo.
Propongo días distintos a los días
para seguir amando este momento.
(1970)


QUIEN FUERA

(Quien fuera se la escribió a una larga gira por el país de Chile, la compuso y la musicalizó en el cuarto de su hotel para agradecer todo lo que había vivido en esos días. La estreno en el último concierto y esta es mi preferida)

Estoy buscando una palabra,
en el umbral de tus misterios.
Quien fuera Aliba ba.
Quien fuera el mítico Sinbad.
Quien fuera un poderoso sortilegio.
Quien fuera encantador

Estoy buscando una escafandra,
al pie del mar de los delirios.
Quien fuera Jack Custo.
Quien fuera Nemo el capitán.
Quien fuera el batiscafo de tu abismo.
Quien fuera explorador.

Corazón, corazón oscuro.
Corazón, corazón con muros.
Corazón que se esconde,
corazón que hasta dónde,
Corazón, corazón en fuga
herido de dudas de amor.

Estoy buscando melodías,
para tener cómo llamarte.
Quien fuera ruiseñor.
Quien fuera Lennon y Mcrtney
Sindo Garay, Violeta o Chicobuarque.
Quien fuera tu trovador.
(1990)


TU IMAGEN

(Tu imagen, me trae buenos recuerdos, siempre me ha acompañado de fondo en momentos especiales. Rcuerdo cuando un trovador cubano, que no era Silvio, nos la cantó a mi entonces pareja y a mí en una peña espectacular en Morelia y otro me la complació una noche en Guanajuato antes de que el cielo se cayera)


Tu imagen me llegó a las seis menos diez,
y no pude dormir ni un instante después.
Te confundías con mi sábana,
te me enredabas en la sien.

Lucías tan real, que casi fue feliz,
pero a las seis y diez, me comprendí sin ti.
Eran mis solitarias sábanas,
y una habitual mañana gris.

Y tú, eras mi viento más no a favor.
Eras mi barca en el pedregal.
Eras mi puerta sin tirador.
Eras mi beso buscando hogar.

Y tú, eras un parto de antigüedad.
Maña de un diablo despertador.
Eras espuma de soledad.
Carne con yagas de desamor.
Y así fuiste la otra mitad,
de amanecer, que no alumbró jamás.
(1998)

jueves, 22 de noviembre de 2007

Otro intento

Hoy

Hoy es una noche de esas en que siento que las alas me duelen,
que están rasgadas y que no puedo volar.
Arden las heridas como si tuvieran vinagre y sal como principales ingredientes.

Hoy es una noche de esas que son más oscuras que las noches
y que el viento sopla frío entumeciéndome los huesos, petrificándome, ensañándose conmigo.

Hoy es una noche de esas en que las luces no quieren alumbrar la ciudad,
ni reflejar mí sombra cansada en el asfalto mientras camino sin dirección,
sin rumbo fijo, buscándote aunque sé que es para no encontrarte.

Hoy quizá sea una de esas noches que deben aprovecharse para morir satisfecho,
saboreando la tristeza que sabe como a chocolate amargo y hiel,
disfrutando el disfraz decente que traigo puesto y la máscara de mi propio rostro sin barba.

Hoy quizá deba quedarme pegado en una pared de mi habitación,
como un cartel de evento intrascendente, al que nadie lo lee, nadie lo ve, nadie le hace caso,
y quedarme ahí pegado hasta que el tiempo termine conmigo,
al fin al cabo soy del papel menos fino que se puede hallar.



En la pared del olvido

Comienzo a desmoronarme como la vieja pared del olvido donde te espero recargado.

Me convierto en pordiosero y con la vista nublada busco a tientas en el asfalto, la sonrisa que se me ha caído y que el ciego ha pateado.

Hoy no quiero hablar, permitiré que el viento frío parta mis labios y los haga sangrar.

Quiero desasirme de mi cara y doblarla con cuidado como la camisa que nunca llegué a comprar.

Busco en el cajón del pecho tu ajado retrato y sólo consigo encontrar mierda de rata y uno que otro recuerdo barato.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Unas fotillos

En estos días en que la lluvia y las nubes negras cubrieron la ciudad, allá por una colonia gacha mejor conocida como Tierra y libertad, donde hay más tierra que libertad, pude captar estas imagenes que tienen como principal personaje un alambre de púas. Se las dejo.

jueves, 15 de noviembre de 2007

La columna

Hasta el viento se aburrió




A veces no comprendo con que afán se crean remakes, no sé si para tratar de mejorar la obra original o bien para darle un mayor crédito a ésta y parecer que es insuperable. En estos últimos días apareció en la pantalla grande una nueva versión de Hasta el viento tiene miedo, con nuevo director, nuevo reparto, una nueva temática y por supuesto nuevas técnicas cinematográficas.
Realizar una película de terror en México es quizá una tarea ardua. Es un género poco trabajado en la “industria” del cine nacional y los resultados, cuando se intenta hacer un film de este tipo, son muy pobres. A lo largo de la historia del cine mexicano ha habido pocas películas de terror contando las del Santo, Capulina, El resortes, Pepito y Chabelo y uno que otro cómico con carencia de talento más. Sin embargo ha habido buenos intentos y buenas películas según los criterios de Saúl Rosas Rodríguez en su libro “El cine de horror en México”. Entre los buenos intentos podemos nombrar Dos monjes, El libro de piedra, La tía Alejandra y La invención de Cronos de Guillermo del Toro; y entre las mejores El fantasma del convento, El vampiro, La puerta y Hasta el viento tiene miedo dirigida en 1967 por Carlos Enrique Taboada.
Cómo no recordar esta última película, la cual, de acuerdo con los críticos de cine mexicano, es la mejor creación del género terror que se haya realizado – y esto lo digo antes de ver Cañitas, thriller basado en las misteriosas historias del cazafantasmas y superpoderoso choper mexicano Carlos Trejo-.
Volviendo a Hasta el viento tiene miedo de 1967, es una historia que aún en estos tiempos mantiene pegado al espectador a espetas de lo que suceda en la peli, a la cual hasta el nombre quedó ad hoc debido a las sensaciones que producía. Si se recuerda, la historia versaba sobre una estudiante que tras haber muerto hace cinco años regresa al internado donde pereció para cobrar venganza. En la trama aparece Marga López como Bernarda quien es la directora del internado para señoritas. Su carácter es fuerte, ocasionando el repudio de las alumnas. Caso contrario es del personaje de Maricruz Olivier como Lucía, quien es la maestra benévola, comprensiva y querida por las internas. Estaba incluida en el reparto Alicia Bonet en el papel de Claudia, una nueva interna y Norma Lazareno.
Comienza con Claudia, en una pesadilla ve a una mujer colgada de las vigas de una vieja torre idéntica a la que se sitúa en el jardín del internado, ese fantasma con voz suave la llama por su nombre. En su inquisición por saber qué es lo que encierra esa vieja torre, a la cuál se les ha prohibido el acceso, Claudia cae de lo alto de ésta y fallece instantáneamente, sin embargo días después despierta ilesa aunque su personalidad no es la misma y su comportamiento es bastante raro. A partir de ahí comienzan a suceder cosas extrañas, el viento se ensaña con las cortinas y las ventanas, y la lluvia baña a diario el lugar, el cuerpo de Claudia ha sido poseído por el espíritu de Andrea, la alumna fallecida un lustro atrás y habitante de los sueños de Claudia. En ese caos y ese terror ocasionado por la presencia de Andrea en el internado, la directora (Marga López) trata de terminar con la situación y sigue a Claudia- Andrea hasta la torre donde por fin se consuma la vengaza, la directora está muerta.


Si se observa bien esta cinta se puede ver que está realizada con pocos recursos y aún así el director logra crear buenas atmósferas terroríficas como el viento y su silbido, los truenos, las lluvias torrenciales, los pasillos lóbregos del instituto, las sombras y los planos generales hacía el jardín y la torre iluminada y sobre todo la imagen difusa del fantasma a través de la ventana. Además no falta quizá la principal característica del cine de terror que es esa lucha entre el bien y el mal, esta vez “el bien” las alumnas y la maestra y “el mal” la directora.


Pues cuarenta años después Alfredo Moheno dirige el remake de este exitoso film. Quizá la actriz más reconocida en el reparto es Martha Higareda, que como en todas sus películas nuevamente vuelve a enseñar las tetas, que uno como espectador y amante secreto lo agradece pero como crítico de cine a veces no se termina por comprender.


La historia es la misma, aunque la venganza por parte del fantasma es buscada por otro motivo. En la película de Taboada de 1967, la revancha es a causa de que cuando le comunican a Andrea (el fantasma) que su madre se encuentra en estado de gravedad, pide permiso para salir del internado para ir a verla, pero la directora con su carácter estricto y fuerte le niega la salida argumentando que es una vil mentira. Tiempo después la madre de Andrea muere y ésta cae en una profunda depresión que la lleva al suicidio. En la nueva versión esta historia cambia un poco y la trama gira en torno a una relación lesbica.
Andrea, que es interpretada por una actriz de la cual cuyo nombre desconozco y que tiene una cara de niña traviesa que no puede con ella, mantiene una relación con la maestra-doctora del internado Lucía, que a parte de buenos sentimientos es buena en caricias y besitos cerca del oído. La directora al descubrir esta relación se llena de celos porque a ella también le atrae sexualmente la interna, entonces en un arrebato por obtener una caricia de ésta, sucede el accidente que termina con la vida de Andrea.
Martha Higareda hace el papel de Claudia y convive en la casa con otras cinco internas: drogadictas, anoréxicas, locas y hasta una aprendiz de teibolera parece en la recreación de la escena del streaptease, que a diferencia de Norma Lazareno en la primera versión, la de esta si enseña..
Moheno, el director de esta nueva versión de Hasta el viento tiene miedo, no logró crear lo que Taboada sí pudo cuarenta años atrás. No hay buenas atmósferas de terror, la película es demasiado oscura, creo que no supo aprovechar esas nuevas técnicas que los cineastas de hace algunas décadas no tenían, no hay muchas conversaciones sobre el fantasma para adentrar al espectador en la trama y las actuaciones me parecen muy malas, y sobre todo creo que no existe esa contienda entre “el bien” y “el mal”. La actuación de la directora en nada se compara a la de Marga López ni la de la maestra-doctora a la de Maricruz Olivier, tal parece que estas se concentran más en obtener una buena lengua de gato – y no me refiero precisamente a los chocolates-.
Quizá Moheno intentó tratar en este film temas actuales pero que a la vez parezcan ya un tanto trillados, tales como las relaciones gay, la drogadicción y los desórdenes alimenticios – y eso que les faltó el aborto -. Así es que si están esperando sentir terror o miedo, éste les llegará cuando salgan de la sala de cine y vean lo que gastaron, porque de seguro pagaran el de su pareja que llevaron pa´ que los abrace en momentos de suspenso y tensión.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Un intento


I

Qué miserable es regresar sin un peso de tu amor en los bolsillos,
Tomar cocacola sin hielo
Y abrir la puerta sin encontrar a un perro que me ladre.

Qué molesto es guisar la soledad en el sartén de los naufragios,
Absorber el humo del fracaso,
Y clavar el tenedor en la carne dura de la derrota.

Qué frustrante es tenerte cerca y a la vez muy lejos,
Soportar tus locuras de abrazos efusivos y desaires con clase,
Envenenarme con tu sonrisa asesina
Y tomarte de las manos aunque sé que eres inerte.

Qué sospechoso es recibir tu llamada a la media noche,
Tus palabras desde un mundo lejano,
Y tu mirada de amor inexistente.


II

Ya me está cansado el caminar diario
Con el corazón amarrado con cáñamo,
La pesadez de tu imagen en mi cabeza
Y mi indecisión colgada de las dos manos.

Ya me hartó la soga trenzada que ata mi boca,
La venda oscura que cubre mis ojos,
La lengua pegada al paladar
Y la sangre con espuma de cerveza.


III
Regreso en las noches caminando al hogar, a veces soporto la lluvia, a veces me escondo de ella en un viejo portal.
Fumo un cigarrillo tras otro, cuando terminan sigo con los dedos y luego con todo mi cuerpo que en cenizas queda, como el vómito de un volcán.
Vago recorriendo calles, buscando el eco de tu sonrisa en rincones abandonados, tu sombra reflejada en el suelo, o tu olor en el aire gélido que entumece mis labios.
Abro la puerta que da al destino, enciendo el televisor o la radio, busco mi válvula de escape en los bolsillos y solamente encuentro kilos de rutina.
Duermo cansado soportando el peso de la sábana plúmbea, el vacío del lugar de al lado, las bofetadas de la soledad y los putazos del sueño.
Babeo saboreando mi triunfo expoliado y preparo el baño de lágrimas saladas para la mañana siguiente.
Y vuelvo a comenzar con mi trabajo honrado de mendigar abrazos en las esquinas de la ciudad.

jueves, 8 de noviembre de 2007

¿El fin de la fotografía análoga?






Hoy a medio día el director de la Fototeca Nacional Juan Carlos Valdéz dictó una conferencia en el vestíbulo del congreso del estado titulada "La fotografía histórica y su importancia para los pueblos". Proyectó una gran cantidad de imágenes en una pantalla, casi todas fotografías antiguas por ahi de finales del siglo XIX y principios del XX. Pero no sé si este señor le llama "fotografía histórica" a este tipo de imágenes, solamente antiguas o de inclitos personajes revolucionarios, porque para mí la la "fotografía histórica" sería toda, ya que su producción está inmersa en el tiempo y por lo tanto en la historia, pero este no es el caso que me ocupa, en fin la conferencia versó en gran parte de cómo se deben cuidar las fotografías: el clima apropiado, que tipo de guantes usar, como limpiarlas en caso de ensuciarlas con los dedos grasosos y qué tipo de químicos utilizar para esta misma empresa.

Al finalizar surgió una pregunta que decía que cuánto tiempo de vida le daba a la fotografía tradicional y todos los procesos tradicionales tambien. El tipo éste contestó que existirían para siempre pero que con el paso del tiempo se harían más selectas, incluso hasta utilizo el término "elitista".

No sé si esto suceda, es una cosa que a veces me preocupaba y que incluso hasta me sentía un poco mal al llevar mis rollos a revelar. Ahora todo mundo tiene digital hasta en los celulares, y producen fotos sin dificultades, sin problemas de apertura del diafragma o de la velocidad y todo eso. Sin embargo creo que muchos no han tenido el privilegio de oler el aroma de los químicos que inunda el cuarto oscuro, de encarretar un rollo a oscuras, de medir la temperatura del revelador con los dedos y calcular al ¡ay se va! la cantidad del figador y mucho menos y quizá la catarsis en el mundo de la fotografía análoga, el ver aparecer la imagen en un papel en blanco mientras una luz roja ilumina el lugar.

Quizá tenga razón Juan Carlos Valdéz al decir que se hará más selectiva este tipo de fotografía, quizá si desaparescan los cuartos oscuros y sólo existan los particulares improvisados en los baños de las casas, pero este tipo de fotografía no será tan alterable como la digital, que si bien podemos decir que gracias a ella se ha democratizado un poco más este arte, pero aquellos que lo aprecien continuarán optando por la tradicional y por el cuarto oscuro tan siquiera para tener un momento íntimo con la pareja, o ¿ustedes que opinan?