viernes, 2 de abril de 2010

Las cotidianeidades del sur

Estos días, podrán encontrarse quizá, mientras anden paseando por las calles del centro histórico, el periódico Contraluz, que hacen unos buenos amigos, y si lo tienen en sus manos, si lo tomaron del restaurant del hotel, de la secretaria de turismo o de algún otro sitio, podrán observar que este mes el portafolio es de este gordo que es su más seguro amigo y servidor.
El porrtafolio de este mes versa sobre la trashumancia de hace un mes, donde en compañía de la mujer que amo, pude recorrer algo de Oaxaca, Veracruz y mi más querido y entrañable DF. Un viaje soñado desde hace algún tiempo y por fin realizado. Podrán ver estas fotos de la señora que vendia chapulines grandes y chiquitos, de una ajada bicicleta que me incitó a acompañarla en su soledad, de vendedoras de legumbres que contribuyen al colorido de la tierra del Benito Juárez, de la vida cotidiana, de José que me pidió que le tomara una foto a su trompo y de la niña que se busca algo bajo su blusa mientras espera y cuida el negocio de mamá. Podrán también pasearse en las mototaxis de Mitla y saborear con la vista el pan de los mercados oaxaqueños, asi como cargar junto con la señora ese cesto que lleva en la cabeza en un dia soleado.
Luego nos vamos a Veracruz, y que más puedo decirles que con mis imagenes. El atardecer desde el muelle los espera, los barcos cargueros que parace que no descansan, mas si lo hace ese hombre que de espaldas hacia mi lente mira en lontananza mientras fuma mariguana. La amarras que esperan a ser despertadas, los nativos que caminan enfrente de la primera casa del conquistador, o la quietud de los pescadores que lanzan con impetú la caña hacia el mar mientras este hombre que les escribe espera el momento preciso para descansar. O que decir de los dibujos a gis del buen Eduin Scherzer, que decoran el malecón y lo único que pide es una coperación para comprar más gises o de ese vendedor que se retira ya al descanso y a su espalda se ve el palacio de gobierno con su tìpico estilo caribeño, Veracruz nos despide con la imagen de los buscadores de monedas que hasta por 10 pesos son capaces de pelearse con un tiburón.
Finalmente y ya casi de retorno a nuestra tierra pasamos un momento en el DFectuoso, el disparate maravilloso y abigarrado que tanto me gusta y que me causa pocas imagenes en la cámara porque ahi no me animo a sacarla tanto. Pero les dejo las imagenes del sincretismo fanático y fervoroso de la ciudad y sus barrios bajos, asi como el cielo inusitado que corona Bellas Artes mientras el tráfico se agudiza o la figura a contraluz de esa mujer que seguramente, como todos, lleva prisa en esa ciudad donde caminar lento, a veces parace imposible.
Espero que les gusten y bienvenidos a este periplo por las cotidianeidades del sur.