He vuelto ya con esta manía de seguir capturando el tiempo y hacer mentir a la realidad, he vuelto ya con el resultado de ser un testigo privilegiado del acontecer histórico cotidiano, un fisgón con credencial y voyeur con coartada de profesional. Las siguientes placas son el resultado de andares, de mis desveladas y de los días sin quehacer, son lágrimas de la loca de la casa, visiones de las noches de insomnio y reportes de mis ojos que no se cansan de ver y de mis dedos que no se cansan de disparar, aquí estoy nuevamente con ese gusto de mostrar sin temor a la lengua amiga y enemiga lo que hago mientras solo convivo con la cámara que me ha regalado su cintura de donde ahora son dueños mis dedos. Espero que las disfruten, hay de todo un poco.
