martes, 26 de noviembre de 2013

Zacatecas: tan lejos de los libros y tan cerca del PRI y McDonald´s

Alejandro Ortega Neri


Leo desde el autoexilio, que mi tierra, Zacatecas, es azotada no solamente por el frío sino también por la ineptitud del Gobierno Municipal de Carlos Peña, que a meses de las elecciones sigo sin entender cómo pasó de ser el que cargaba el portafolio y le contestaba el celular al gobernador a Presidente Municipal.

Ya desde su campaña se auguraba cómo sería su gobierno, pues recordemos sus mítines proselitistas donde invitaba al electorado a presenciar en pantallas gigantes el final de una telenovela de Televisa acompañada de palomitas para todos.

Ahora, ya en la presidencia, ha prohibido que la tradicional Feria del Libro que viene instalándose desde hace 25 años en el Portal de Rosales del centro histórico de Zacatecas se lleve a cabo, esto por petición de locatarios instalados en ese pasaje comandados por la trasnacional McDonalds, con el argumento de que los libros afean el lugar. No me sorprende lo de los locatarios, año con año se han quejado de esta feria, lo que me sorprende es la aquiescencia del edil priista que prefiere las ventas de un negocio advenedizo que tiene apenas 3 años en ese espacio a toda una tradición que además propaga cultura a través de sus letras.

Carlos Peña no entiende la importancia de la Feria del Libro, no se percata que con su desaparición de ese sitio condena a sus gobernados a un retroceso a pasos agigantados en lo que respecta a llevar las letras a toda la gente, que para eso se hacen este tipo de actividades, para estar más cerca del público, para que si la gente no va a las librerías vean que los libros si pueden ir a ellos, atravesarse en su camino, seducirlos con algún título, una portada, o el simple olor.

No entiende y desconoce la memoria histórica de los zacatecanos, quienes nos hemos apropiado de ese lugar para colocar libros, que nunca  afean, al contrario y como decía una joven escritora estadunidense, no hay nada que embellezca tanto un espacio como lo hacen ellos. Desconoce la historia de esta feria porque cuando comenzó, él apenas era un niño y jugaba muy lejos de la capital, en Río Grande.

Los libros no muerden, al contrario son, como dice Benito Taibo “tabla para el náufrago, escudo para el bueno y horca para el ruin, paraguas para el sol y la lluvia…El libro es jardín que se puede llevar en el bolsillo, nave espacial que viaja en la mochila, arma para enfrentar las mejores batallas y afrentar a los peores enemigos, semilla de libertad, pañuelo para las lágrimas. El libro es comida, techo, asiento, ropa que me arropa, boca que besa mi boca. Lugar que contiene el universo.” Carlos Peña Badillo no entiende esto y prefiere que el zacatecano y el zacatequense se quede sin letras pero con muchas hamburguesas. 

Por último informan que la Universidad Autónoma de Zacatecas ha salido al quite y brinda el espacio del Teatro Fernando Calderón para la exposición, actitud plausible de una institución que parece estar dormida también, pero no dejan de ser libros fuera de la calle, lejos del alcance del público. Dicen que la inteligencia y la libertad de una sociedad se mide en el grosor del polvo y la humedad de los libros, y en Zacatecas, con el PRI, con Carlos Peña y ahora con el McDonlad´s, los libros están muy llenos de polvo. Lamentable! 




martes, 12 de noviembre de 2013

Ése soy yo

Ése soy yo.
(J.Luzón)

Soy una mancha,
un borrón.
La caricatura difusa de un payaso que el espejo refleja.
Soy lágrimas que gotean de la herida abierta,
soy la sangre que mancha el lavaba manos,
la pasta, los pelos regados.
Soy el trapo vil que yace vulnerable
en el piso donde mueren cucarachas
bajo el cúmulo del rencor.
Soy lo perdido,
lo podrido,
la caricia fallida,
el beso congelado.
Soy el semen,
los mocos que ensucian las sábanas que se quedaron sin historia.
Soy la oscuridad,
el dolor de muelas,
el golpe en la nuca que no deja dormir.
Ése soy yo.