lunes, 19 de mayo de 2008

Aun recuedo mariposas que ayer sólo fueron humo

Cazábamos mariposas amarillas y nos reíamos del mundo que se enojaba a nuestras espaldas. Sí, mariposas amarillas como las de Mauricio Babilonia. Fue la primera vez que me acerque tanto a ti que quise abrazarte bien fuerte.
-¿Te gustan las mariposas? –pregunté.
- Sí, ven vamos a buscar una – me invitaste
Y fuimos a husmear entre las yerbas para sólo verlas volar como tu risa.
Luego te fuiste a sentar a unos metros y me quedaste tan lejos, y jamás volvimos a buscar mariposas amarillas.
Cazábamos al tiempo columpiándonos sobre el atardecer. Jugábamos a las escondidas y despedíamos al sol desde tu ventana cantando. A nuestras espaldas una cama de princesas descansaba y hacia el frente nos quedaba un mundo por recorrer, una cena mexicana después de una mirada y miles de visitas al cine los lunes por la noche.
Luego el norte te tragó y me quedaste aún más lejos, y jamás volvimos a buscar mariposas amarillas.
Cazábamos a la vida comiendo helado, sabías a vainilla y yo a chocolate. Creíamos ser libres y la pasábamos bien, bailando cumbia a media noche y planeando viajes juntos. A nuestras espaldas una selva cotidiana y payasos disfrazados de gente.
Luego te fuiste a esconder a un rincón y la lejanía se acrecentó y jamás volvimos a buscar eso que tanto te gustaba, sí, las mariposas amarillas, como las de Mauricio Babilonia.
¿Y si vamos a buscarlas?

2 comentarios:

¡¡¡¡¡Tóoooolele Upe!!!!!!! dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡OOOOOOHHHHHHHHHH!!!!!!!!!! y yo que pensé que la música indie era el soundtrack de Indiana Jones jajaja tan tarantan tan tarán, tan tarara tarara.............
Te he besado mil veces y nunca me has sabido a chocolate, más bien a mango petacón con lechera....

Catastrophie dijo...

creo que las mariposas de todo tipo se estan extinguiendo... o de plano se van todas a michoacán.

también creo que el alejarse es de dos, el que se va y el que no persigue.

creo también que el problema de la vainilla es que si te pasas amarga las cosas.

y por último, creo que a veces lo mejor es dejar de buscar y dejar que las mariposas lleguen a ti, no es tan complicado, es cuestión de que tu cuerpo y tu corazón sean como el campo, como la hierba, como las flores, que se muevan al ritmo del viento, que se laven con la lluvia, que en cada amanecer y atardecer vivan y mueran y se reinventen, tan diferentes y nuevos como conocidos y medio rotos, es cosa nada más de buscar tu naturaleza y buscar ser parte de la otra naturaleza, para que las mariposas se sientan como en casa.

saludos don foto periodista.