Otra vez por estos rumbos...

I

Quiero dormir contigo más de dieciséis horas y despertar a tu lado todas las mañanas, compartir la habitación de los sueños que hay en mi almohada y llenarla de susurros que relaten aventuras tomado de tu mano.

Quiero escuchar recargado sobre la mesa tus historias de marcianos, imaginarlas mientras veo tus ojos y deseo tus labios que se beben a sorbos mi amor en una taza de color rojo, y que el sol nos acaricie la espalda mientras, como niña, saboreas un helado de vainilla y yo muero.

Quiero que la oscuridad nos sorprenda con tu mano enredada en mi brazo acariciando la tela de mi chamarra negra, que la luna te corone y bese nuestros rostros con la luz que emana, que decidas quedarte a mi lado y no corras tras un taxi y me dejes llevarte al sosiego no sin antes bailar contigo toda la noche el vals que toquen los grillos.

II

Antes de dormir y rezarle a tu imagen para que me lleve contigo, me gusta cenar mi soledad con leche bien fría. No la mastico tanto para que no me duela la desdicha mientras duermo, mas bien la saboreo pensando que sabe al dulce que expeles de tus labios cuando besas y dices te quiero.

Antes de dormir y que la madrugada me azote con su frío, busco a tientas tu figura ausente que descobija, no la llamo a gritos para no despertar a la tristeza, mas bien me abrigo en la penumbra de mi habitación y me cubro el rostro con mis brazos humillados.