martes, 9 de octubre de 2007

Historia y crónica del canto de la Bestia

Cuando tenía como quince años escuché una tarde a una banda de rock metal que se hacia llamar Therion. Creí, en esa primera impresión, que el estilo que tocaban era una completa aberración del metal al que yo estaba acostumbrado a escuchar, un sonido fuerte, pesado, estridente. Tuve esa opinión debido a que éstos, Therion, mezclaban con el sonido de las guitarras eléctricas y la bataca, orquesta sinfónica y cantos operísticos. No me agradó en un primer momento, sin embargo pues ya había comprado la grabación y tenía que escucharla de vez en cuando, porque además era de los pocos discos que en ese entonces tenía, cuando vestía todo de negro con menos panza, menos cachete y más cabello.
Paulatinamente le fui tomando gusto hasta que llegaron a convertirse en mi grupo favorito, “Theli” se llamaba esa grabación, luego fui comprando los demás discos de esa banda hasta convencerme de que mi fanatismo hacia su música era bastante grande.
Therion –para todos aquellos que no lo conozcan- es una banda de metal sinfónico de origen sueco, su nombre significa “animal salvaje” o “bestia” en griego antiguo. Ellos iniciaron su historia en el año de 1989 con un material titulado “Of darkness”, para luego continuar con “Beyond Sanctorum” para finalmente darse a conocer con “Shympony Masses”. En ese entonces su sonido era fuerte y las voces completamente guturales. Desde este primer disco se entreveía ya la temática que abordaría la agrupación a lo largo de su carrera: la mitología. En éste se hablaba de Baal, un nombre genérico para los dioses en Babilonia; igualmente se mencionaba a Naamah, el demonio de la prostitución e inventora de la adivinación. Fue hasta 1995 que la banda firmó contrato con una de las productoras de más renombre en la escena metalero la Nuclear Blast, y bajo este sello lanzaron “Lepaca Kliffoth”. En esta grabación se comenzaba ya a notar un ligero cambio en la música, aparecía riffs más melódicos y pasajes orquestales con voces de tenor de fondo, aunque la gutural no desaparecía por completo. Aquí se hablaba de los Kliffot, que son la representación de las fuerzas malignas mencionadas en el misticismo de los judíos, según Fernando Martínez.
Este iba a ser la última producción del grupo debido al escaso éxito de éste y los anteriores, sin embargo deciden grabar uno más titulado “Theli” (dragón en griego) y que fue el que yo escuché en aquel entonces, cuando intercalaba a este grupo con Intocable para conquistar a la rubia que estaba en el 3º “d”.
“Theli” es el disco, pienso yo, donde se marca por completó el camino del grupo, donde se nota más esa transición del death metal al symphonic metal. Aquí los arreglos orquestales son más marcados y las canciones en su mayoría son de una duración larga en donde se combina perfectamente el metal, la música clásica y la ópera. “Theli” habla de un dragón cuyo cuerpo envuelve el universo entero. Igualmente se vuelve a hacer mención a las deidades babilonias y también a las egipcias en una rola bastante chida titulada “The desert of Set”, quien era el dios egipcio del desierto aunque constantemente se le relacionaba con el mal.
A partir de esta grabación el éxito de Therion fue imparable, aparecieron los siguientes discos: “Arab zaraq lucid dreamings” un soundtrack de un medio metraje llamado “The golden embrace” que incluía también algunos covers que la banda había hecho. Luego vino “Vovin” (dragón en enoquiano, según eso la lengua que hablaba Adán) quizá el más sinfónico de todos. Después apareció “Crowning of Atlantis”, que no es reconocido como un álbum sino más como un EP, pero que sería como el ten ten pié para recibir “Deggial”, que parecería más metalero pero con un arreglo coral impresionante. Ya en el 2001 aparece “Secret of the runes” basado principalmente en la mitología nórdica y todos los mundos de ésta. E igual que todas las agrupaciones que alcanzan la fama, la banda decide grabar un disco doble en vivo titulado “Live in Midgard” donde se conmemoraba los quince años del grupo. En el 2004 aparece quizá el disco más impresionante de la banda. Salió al mercado en un formato doble y se tituló “Lemuria/Sirius B”, donde hicieron un recorrido por la mitología de las diversas culturas pasando, claro está, por la de México con una canción llamada “Quetzalcoatl”, en la cual aparecen fragmentos en español cantados por tenores y sopranos. Además para la elaboración de este disco se vieron involucrados más de 170 músicos, entre éstos la Orquesta Sinfónica de Moscú.
El año pasado salió a la veta “Celebrators of becoming” un bootleg que contiene 4 dvd´s y un disco doble grabado en vivo en el Circo Volador de la ciudad de México. Este año Therion estrenó disco, en formato doble también titulado “Gothic Kabbalah”.
La banda está de visita en México, y el pasado sábado 6 de octubre presentó su espectáculo en la ciudad de Aguascalientes, a tan sólo unos cuantos minutos de mi ciudad. Así es que tras esperarlos casi diez años, esta vez, ya sin el fantasma de Intocable y la rubia de ·3º “d”, tuve la oportunidad de asistir a su concierto. El lugar fue el salón del Alba, estaba repleto de metaleros de todos los lugares aledaños, también había uno que otro señor que aprecia las innovaciones del grupo. Abrieron varias bandas locales que ni caso recibieron por parte de la caterva emocionada con la visita de los suecos, ya que había dos escenarios y a los teloneros los mandaron a un lado en un espacio muy pequeño. Therion salió a escena a las diez de la noche, ataviados todos de luto y con el rostro maquillado. Primero fue el tuno del baterista, luego el guitarrista y el bajista, después los cuatro vocalistas que igual su voz puede tener escala desde tenores y sopranos hasta llegar a la clásica voz del heavy metal.
La banda que colmó el lugar, esperaba impaciente la aparición de Christopher Jonson, el líder, creador y genio de Therio quien hizo su aparición pronto con su clásica greña rubia suelta y tocando la guitarra con su típico estilo de andar recorriendo todo el escenario mientras los coros hacían su trabajo.
Debido a la reciente aparición del último disco del grupo, la fanaticada se sabía poco las canciones que tocaron en un primer momento, pero luego aparecieron temas de las grabaciones pasadas como “Wine of Aluqah” del disco “Vovin” o “The deserto d Set” de “Theli”. Sin embargo la gente ahí reunida estaba esperando un momento, y éste casi llegó después de dos horas de haber iniciado el concierto y fue cuando sonó la rola clásica de esta banda “To mega Therion” (La gran bestia), misma que hizo estallar de júbilo a toda la bandota que comenzó a saltar sin cesar hasta que la canción terminó, ahí fue la catarsis, el paroxismo, el orgasmo metalero.







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