miércoles, 6 de agosto de 2008

El del nombre de este humilde espacio

Desde hace tiempo la gente me pregunta por qué mi espacio se llama así, "elcolmodeloraro" y es debido a un textito que escribí hace tres años, mismo que se expusó en un recinto cultural dentro de unas jornadas estudiantiles, no es tan bueno, pero arrancó algunos suspiros y sonrisas, entonces se los dejo:

El colmo de lo raro

Hoy voy a aprovechar la soledad que nos ha envuelto para confesarte algo, algo que tiempo atrás viene causando en mí un prurito interminable. Y es que me encantas.
Sobre todo la peculiar figura de tu cuerpo, disfruto recorrerlo con mis tórpidos dedos antes de desvestirte y comenzar a acariciarte con mis labios las partes que voy dejándote desnudas.
Por el color de tu piel, pensaría que eres de un místico lugar asiático, por tu exquisito aroma, tal vez de un paradisíaco sitio caribeño, pero no importa, yo sólo sé que me fascinas.
Si supieras cuanto me deleita despojarte la ropa, y colocarla después con delicadeza a un lado, y comenzar a morderte con frenesí, hasta empaparme las mejillas con el delicioso sudor que expeles y que moja mis dedos también, mientras pusilánimes sostienen tu apetitoso soma que velozmente empieza a enflaquecer.
Me gusta que tus delgados cabellos se mantengan escondidos entre las oscuras cavidades de mis monstruosos dientes, y continuar saboreándolos por unos minutos más después de terminado el ritual, cuando yace frente a mis ojos y mis pegajosas manos tu esmirriado cuerpo.
Aprovechemos pues esta soledad, y permíteme realizar lo que acabo de confesarte, antes de que llegue alguien y me mire con desconcierto mientras me diga:
“ otra vez hablándole a los mangos pendejo, eres el colmo de lo raro”

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